Como parte del acervo de la cultura teotihuacana, el Museo Nacional de Antropología resguarda esta pieza del periodo Clásico.

Se trata de una máscara antropomorfa moldeada, cuyo personaje se representó con la boca abierta, labios gruesos, nariz recta y ojos elipsoidales. Destacan la banda frontal y lateral, orejeras discoidales y la crespa emplumada enrollada, además de restos de pintura facial geométrica en negro sobre blanco.

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