Entre los fieles católicos, la Santísima Trinidad es un dogma de fe muy importante, el cual está basado en el misterio de un sólo Dios en tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Se considera que estas tres personas son iguales en perfección, ya que no solo proceden de una misma naturaleza, sino que comparten los atributos de sabiduría, justicia, bondad, entre muchos otros. En esta obra, el autor identifica al Padre como a un anciano barbado que lleva el cetro y el mundo; en tanto que a Dios Hijo lo representa como es común en su iconografía: a la edad de su sacrificio y sosteniendo la cruz; y muestra al Espíritu Santo como un hombre imberbe de cabellera rubia que se señala a sí mismo. En cuanto a las vestimentas, que también los caracterizan, se observa al Padre con túnica blanca, al Hijo con el atuendo de su crucifixión y al Espíritu Santo con túnica azul.

Este óleo sobre tela de la Santísima Trinidad data del siglo XIX y forma parte de la colección del Museo Nacional del Virreinato. Conoce esta pintura en la Mediateca INAH.

 

 

Ir al contenido