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|a<p>La representación de la Tota Pulchra o Inmaculada Concepción -rodeada por los símbolos que resaltan su pureza- aparece en el XV, siendo en el siglo siguiente cuando se consolida esa iconografía. Según Manuel Trens, (1) esta composición fue concebida por sor Isabel de Villena, abadesa del convento de la Trinidad, en Valencia. La imagen aquí recreada -conocida como la Benedicta de Actopan- corresponde a la representación propia del último tercio del siglo XV, que se caracteriza por mostrar la figura del Padre Eterno, en la parte superior, así como por llevar la inscripción en latín: "TOTA PULCRA ES AMICA MEA ET MACULA NON EST INTD": "Toda eres hermosa, amiga mía, y mancilla no hay en Tí" (Cantar de los Cantares, IV, 7). La Virgen aparece flanqueada por seis ángeles -dos de ellos la coronan- y con los quince símbolos alusivos a su pureza, entrelazados por filacterias y leyendas en latín, tomadas de diferentes textos sagrados. Esta pintura formó parte del retablo principal de la iglesia del convento de Actopan, Hidalgo. Esta obra fue consignada por Manuel Toussaint. (2)</p>
<p>1. Manuel Trens, María, iconografía de la Virgen en el arte español, p. 154.</p>
<p>2. Manuel Toussaint, Pintura colonial en México, il. 96.</p> |