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Fernando "El católico" y la reina Isabel de Castilla, pintura al óleo
- Título(s)
- Título
- Fernando "El católico" y la reina Isabel de Castilla, pintura al óleo
- Anotaciones:
- Biografía: Fernando fue Rey de España durante un período de descubrimientos y conquistas de nuevos mundos. Sus padres fueron Juan II de Aragón y su esposa Juana Enríquez. Juan II sabia que un día su hijo sería rey y quería que el estaría listo para esto. Juan II estaba encargado de la educación de su hijo, asegurando que Fernando aprendiera lo mas que podía con practica. El le busco los maestros y le enseño mucho sobre arte. Aunque el hizo lo que su papá quería, a él no le encantaba la escuela. En 1496 se casó con su prima, Isabel de Castilla. Esta reunión se basó en sus deseos de unir dos familias nobles bajo un solo techo. Esta unión con Isabel permitió que se le cediera la corona de Sicilia y permitió la terminación de unos negocios muy lucrativos. Entre los logos de Fernando se pueden contar, que hizo la paz en su reino; creó la Santa Hermandad; y organizó la Inquisición española. A la edad de 50 años, Fernando había llegado a la cima de su poder como rey. El Papa Alejandro VI le dió el titulo honorario de "El Católico." Luego sufrió la muerte del heredero al trono y de su hija mayor. Al poco tiempo, se vieron en su hija Juana las primeras señales de "la locura." En 1493, el rey sufrio heridas en la batalla de Barcelona. Sus sufimientos se culminaron en la sufrida muerte de su querida esposa Isabel en 1504. De ella dijo "fue la más excelente esposa que un rey haya tenido." Para no perder su influencia en Castilla, en 1505, se casó con Germaine de Foix (sobrina del rey de Francia). Fue muy astuto y asumió la representación de su hija Juana al convertirse en el regente de Castilla. Demostró ser un político hábil que hizo de si mismo uno de los monarcas más sagaces de su tiempo (se hizo regente de Napoles, Sicilia, el norte de Africa y parte del Mediterráneo). En 1513 su salud empezó a empeorarse. Finalmente en 1516 se hizo un viaje a Granada. En Madrigalejo, donde se encontraba el santuario de la Virgen de Guadalupe, murió. Un día antes el gran rey había firmado su testimonio (calculador hasta el final). Muchos consideraban como el salvador de muchos reinos que habia logrado unirlos en una gran patria con fines comunes. Otros se sentían oprimidos por él. Entre los opiniones, se encontrará la verdad. - Isabel de Castilla: Isabel I la Católica (Madrigal de las Altas Torres, España, 1451 - Medina del Campo, id., 1504) Reina de Castilla y León (1474-1504) y de la Corona de Aragón (1479-1504). Hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, Isabel la Católica tenía sólo tres años cuando su hermano Enrique IV ciñó la corona castellana (1454). En 1468, el monarca, hombre de carácter débil e indeciso, reconoció a la princesa Isabel como heredera al trono en el pacto de los Toros de Guisando, con lo cual privó de sus derechos sucesorios a su propia hija, la princesa Juana, llamada la Beltraneja, a quien la maledicencia suponía hija de Enrique Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque. Con el objetivo de consolidar su posición política, los consejeros de Isabel la Católica acordaron su boda con el príncipe Fernando, primogénito de Juan II de Aragón, enlace que se celebró en secreto, en Valladolid, el 19 de octubre de 1469. Al año siguiente, molesto por este matrimonio, Enrique IV decidió desheredar a Isabel y rehabilitar en su condición de heredera a Juana, que fue desposada con Alfonso V de Portugal. La consecuencia fue que, a la muerte del rey, en 1474, un sector de la nobleza proclamó a Isabel soberana de Castilla, mientras que otra facción nobiliaria reconocía a Juana (1475), lo cual significó el inicio de una sangrienta guerra civil. A pesar de la ayuda del monarca portugués a la Beltraneja, el conflicto sucesorio se decantó a favor de Isabel en 1476, a raíz de la grave derrota infligida a los partidarios de aquélla por el príncipe Fernando de Aragón en la batalla de Toro. Los combates, sin embargo, se sucedieron en la frontera castellanoportuguesa hasta 1479, en que el tratado de Alcaçobas supuso el definitivo reconocimiento de Isabel como reina de Castilla por parte de Portugal, además de delimitar el área de expansión castellana en la costa atlántica de África. Aquel mismo año, por otra parte, el óbito de Juan II posibilitó el acceso de Fernando II al trono de la Confederación catalanoaragonesa, y la consiguiente unión dinástica de Castilla y la Corona de Aragón. Las líneas maestras de la política conjunta que desarrollaron Isabel I y Fernando II fueron el afianzamiento y la expansión del poder real, el estímulo de la economía, la conclusión de la reconquista total a los musulmanes del territorio peninsular y el fortalecimiento de la fe católica. Para consolidar y prestigiar la monarquía, la reina implantó la Santa Hermandad, institución encargada de garantizar la estabilidad del orden público y la administración de justicia (1476), abolió las prerrogativas otorgadas a la nobleza por Enrique IV (1480) y convirtió el Consejo Real en el principal órgano de gobierno del reino, en detrimento de las Cortes. En el aspecto económico, Isabel la Católica saneó la hacienda pública merced a un estricto sistema fiscal e incentivó el desarrollo de la ganadería ovina y del comercio lanero. Además, supo canalizar la tradición militar y expansiva de Castilla hacia la conquista del reino nazarí de Granada, último bastión islámico en la Península (1492), y la guerra contra los musulmanes norteafricanos, a los que arrebató Melilla (1497). Con todo, el mayor logro de la política exterior isabelina fue, sin duda, la financiación de la expedición que culminaría con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón (1492). En materia religiosa, por último, Isabel la Católica llevó a cabo una profunda reforma eclesiástica con la ayuda del cardenal Cisneros, creó el tribunal de la Inquisión para velar por la ortodoxia católica (1478) y culminó el proceso de unificación religiosa con la expulsión de los judíos (1492) y los mudéjares (1502). A su muerte, acaecida el 26 de noviembre de 1504, el trono castellano pasó a su hija Juana, llamada la Loca, madre del futuro monarca Carlos I de España.
- Idioma
- Español
- Origen
- Lugar
- Ciudad de México, Distrito Federal, México
- Fecha de creación
- 1910
- 1920
- Tipo de recurso
- Imagen fija
- Fotografía
- Descripción física
- Forma
- Rayaduras
- Huellas digitales indelebles
- Sulfuración
- Depósitos irregulares de plata
- Hasta 20.3 - 25.4 cms (8 - 10 pulgadas)
- Placa seca de gelatina
- Ubicación
- Fototeca Nacional
- Identificadores
- MID
- 77_20140827-134500:359213
- Catálogo
- 359213
- Catalogación
- Fuente
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Idioma
- Español
- Digitalización
- Formato del original (GMD)
- Fotografía
- Origen del recurso digital
- Reformateado digital
- Formato del recurso digital
- Image/vnd.sealedmedia.softseal-jpg
- Calidad del recurso digital
- Acceso
-
Vista Impresión
- Título(s)
- Título
- Fernando "El católico" y la reina Isabel de Castilla, pintura al óleo
- Anotaciones:
- Biografía: Fernando fue Rey de España durante un período de descubrimientos y conquistas de nuevos mundos. Sus padres fueron Juan II de Aragón y su esposa Juana Enríquez. Juan II sabia que un día su hijo sería rey y quería que el estaría listo para esto. Juan II estaba encargado de la educación de su hijo, asegurando que Fernando aprendiera lo mas que podía con practica. El le busco los maestros y le enseño mucho sobre arte. Aunque el hizo lo que su papá quería, a él no le encantaba la escuela. En 1496 se casó con su prima, Isabel de Castilla. Esta reunión se basó en sus deseos de unir dos familias nobles bajo un solo techo. Esta unión con Isabel permitió que se le cediera la corona de Sicilia y permitió la terminación de unos negocios muy lucrativos. Entre los logos de Fernando se pueden contar, que hizo la paz en su reino; creó la Santa Hermandad; y organizó la Inquisición española. A la edad de 50 años, Fernando había llegado a la cima de su poder como rey. El Papa Alejandro VI le dió el titulo honorario de "El Católico." Luego sufrió la muerte del heredero al trono y de su hija mayor. Al poco tiempo, se vieron en su hija Juana las primeras señales de "la locura." En 1493, el rey sufrio heridas en la batalla de Barcelona. Sus sufimientos se culminaron en la sufrida muerte de su querida esposa Isabel en 1504. De ella dijo "fue la más excelente esposa que un rey haya tenido." Para no perder su influencia en Castilla, en 1505, se casó con Germaine de Foix (sobrina del rey de Francia). Fue muy astuto y asumió la representación de su hija Juana al convertirse en el regente de Castilla. Demostró ser un político hábil que hizo de si mismo uno de los monarcas más sagaces de su tiempo (se hizo regente de Napoles, Sicilia, el norte de Africa y parte del Mediterráneo). En 1513 su salud empezó a empeorarse. Finalmente en 1516 se hizo un viaje a Granada. En Madrigalejo, donde se encontraba el santuario de la Virgen de Guadalupe, murió. Un día antes el gran rey había firmado su testimonio (calculador hasta el final). Muchos consideraban como el salvador de muchos reinos que habia logrado unirlos en una gran patria con fines comunes. Otros se sentían oprimidos por él. Entre los opiniones, se encontrará la verdad. - Isabel de Castilla: Isabel I la Católica (Madrigal de las Altas Torres, España, 1451 - Medina del Campo, id., 1504) Reina de Castilla y León (1474-1504) y de la Corona de Aragón (1479-1504). Hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, Isabel la Católica tenía sólo tres años cuando su hermano Enrique IV ciñó la corona castellana (1454). En 1468, el monarca, hombre de carácter débil e indeciso, reconoció a la princesa Isabel como heredera al trono en el pacto de los Toros de Guisando, con lo cual privó de sus derechos sucesorios a su propia hija, la princesa Juana, llamada la Beltraneja, a quien la maledicencia suponía hija de Enrique Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque. Con el objetivo de consolidar su posición política, los consejeros de Isabel la Católica acordaron su boda con el príncipe Fernando, primogénito de Juan II de Aragón, enlace que se celebró en secreto, en Valladolid, el 19 de octubre de 1469. Al año siguiente, molesto por este matrimonio, Enrique IV decidió desheredar a Isabel y rehabilitar en su condición de heredera a Juana, que fue desposada con Alfonso V de Portugal. La consecuencia fue que, a la muerte del rey, en 1474, un sector de la nobleza proclamó a Isabel soberana de Castilla, mientras que otra facción nobiliaria reconocía a Juana (1475), lo cual significó el inicio de una sangrienta guerra civil. A pesar de la ayuda del monarca portugués a la Beltraneja, el conflicto sucesorio se decantó a favor de Isabel en 1476, a raíz de la grave derrota infligida a los partidarios de aquélla por el príncipe Fernando de Aragón en la batalla de Toro. Los combates, sin embargo, se sucedieron en la frontera castellanoportuguesa hasta 1479, en que el tratado de Alcaçobas supuso el definitivo reconocimiento de Isabel como reina de Castilla por parte de Portugal, además de delimitar el área de expansión castellana en la costa atlántica de África. Aquel mismo año, por otra parte, el óbito de Juan II posibilitó el acceso de Fernando II al trono de la Confederación catalanoaragonesa, y la consiguiente unión dinástica de Castilla y la Corona de Aragón. Las líneas maestras de la política conjunta que desarrollaron Isabel I y Fernando II fueron el afianzamiento y la expansión del poder real, el estímulo de la economía, la conclusión de la reconquista total a los musulmanes del territorio peninsular y el fortalecimiento de la fe católica. Para consolidar y prestigiar la monarquía, la reina implantó la Santa Hermandad, institución encargada de garantizar la estabilidad del orden público y la administración de justicia (1476), abolió las prerrogativas otorgadas a la nobleza por Enrique IV (1480) y convirtió el Consejo Real en el principal órgano de gobierno del reino, en detrimento de las Cortes. En el aspecto económico, Isabel la Católica saneó la hacienda pública merced a un estricto sistema fiscal e incentivó el desarrollo de la ganadería ovina y del comercio lanero. Además, supo canalizar la tradición militar y expansiva de Castilla hacia la conquista del reino nazarí de Granada, último bastión islámico en la Península (1492), y la guerra contra los musulmanes norteafricanos, a los que arrebató Melilla (1497). Con todo, el mayor logro de la política exterior isabelina fue, sin duda, la financiación de la expedición que culminaría con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón (1492). En materia religiosa, por último, Isabel la Católica llevó a cabo una profunda reforma eclesiástica con la ayuda del cardenal Cisneros, creó el tribunal de la Inquisión para velar por la ortodoxia católica (1478) y culminó el proceso de unificación religiosa con la expulsión de los judíos (1492) y los mudéjares (1502). A su muerte, acaecida el 26 de noviembre de 1504, el trono castellano pasó a su hija Juana, llamada la Loca, madre del futuro monarca Carlos I de España.
- Idioma
- Español
- Origen
- Lugar
- Ciudad de México, Distrito Federal, México
- Fecha de creación
- 1910
- 1920
- Tipo de recurso
- Imagen fija
- Fotografía
- Descripción física
- Forma
- Rayaduras
- Huellas digitales indelebles
- Sulfuración
- Depósitos irregulares de plata
- Hasta 20.3 - 25.4 cms (8 - 10 pulgadas)
- Placa seca de gelatina
- Ubicación
- Fototeca Nacional
- Identificadores
- MID
- 77_20140827-134500:359213
- Catálogo
- 359213
- Catalogación
- Fuente
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Idioma
- Español
- Digitalización
- Formato del original (GMD)
- Fotografía
- Origen del recurso digital
- Reformateado digital
- Formato del recurso digital
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- Calidad del recurso digital
- Acceso
- Culhuacán
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