Entrevista a la profesora Estrella Cortichs por Enriqueta Tuñón
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- Entrevista a la profesora Estrella Cortichs por Enriqueta Tuñón
- Proyecto de historia oral. Refugiados españoles en México
- Contenido
ANTECEDENTES: Nace en Gironella, provincia de Barcelona en 1912. Nombre, origen y ocupación de sus padres, habla de ellos Sobre su hermano. A los tres años de edad va a vivir a un internado de monjas, describe su vida allí. Su estado de salud cuando niña. Sus estudios elementales y la carrera en la Escuela Superior del Magisterio en Madrid. Sobre su carrera. Relata su vida en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Presenta oposiciones para trabajar como maestra. Su primer trabajo. Hace oposiciones para inspección o escuela normal. Recuerdos de la Semana Trágica.
REPÚBLICA: Relata sus recuerdos del 14 de abril de 1931. El 15 de abril toma posesión del cargo de directora de una escuela, describe su trabajo allí. Su casa en Madrid. Sobre la Iglesia durante la República, las autonomías, la Revolución de Asturias. Lo que ella sabía de México en esa época. Sobre la educación. Sobre su sistema de enseñar en España.
GUERRA: Se casa en 1936. Al estallar la guerra estaba en Bilbao visitando unas amigas. Viaje a Madrid. En septiembre de 1936 llega a Madrid a colaboraren la organización de la Universidad Popular. Sobre su esposo. Madrid al principio de la guerra. Su actuación en Ayuda Infantil durante la guerra. La difusión durante la guerra, los partidos políticos, los niños que fueron a la URSS, la intervención extranjera, las Brigadas Internacionales, el campo, las fábricas, la Iglesia. Su opinión del gobierno de Giral.
EXILIO: Salida a Francia, su estancia y labor allí. Viaje a América. Su vida en Santo Domingo. Su marido sale a Cuba y poco después ella. Llegada a México. Porqué eligen venir a México. Las casas en las que vivió en la ciudad de México, en la calle de Sullivan, en la de Sonora y en Rio Misisipi. Su primera impresión de México. Su trabajo en México: en la escuela Ruiz de Alarcón, en el Colegio Madrid, en la Academia Hispano Mexicana, en el Luis Vives, en la Universidad Iberoamericana, en la Escuela Normal Superior y en la Vocacional. Sus estudios en la UNAM. Se naturalizó. Sobre los sistemas de educación que ella utilizaba en México: en la primaria, en el bachillerato, en la Escuela Normal Superior, en la Vocacional. Habla del trabajo que realizó su esposo en México. Sobre el grupo de mujeres Mariana Pineda. Sus actividades en sus ratos libres en el PSUC. Lo que le gustaba de México su adaptación. Su vida cotidiana en México, su conocimiento del país. Sus amigos mexicanos, refugiados en otros países, antiguos residentes. Organismos a los que perteneció. No tuvo vida política ni sindical en México. Su opinión de la aportación que dejaron los refugiados españoles en México, sobre el ser refugiado y sobre los refugiados españoles en otros países. Contacto con su familia de España, como vivieron. Su opinión sobre las ventajas de los refugiados españoles que vivieron en México y las desventajas. Su primer viaje a España en 1962. La vuelta a España. Cómo le recibió la gente y su familia. Su adaptación. Sus amigos. Su vida cotidiana. La enfermedad de su marido. Jubilaciones. Su concepto de República. Balance de su vida en México. Viaje a México en 1979. Su cariño a México.
- Fragmento
ET.- Muy bien. Quisiera que nos hablara un poquito sobre las teorías pedagógicas de Giner de los Ríos.
EC.- Bueno. A mí lo que me interesó más de Giner de los Ríos era la cuestión de la disciplina, porque en España todavía había gente que pensaban que "la letra con sangre entra" ¿no?, con la sangre de los niños [risa]. Entonces resulta que Giner de los Ríos fue el, el que a mí, al menos a mí, me orientó más en este sentido, de la, de ver si se podía lograr la disciplina interna, es, decir que uno no hiciera las cosas por, imposición, sino porque sabía que las tenía que hacer por convicción de una disciplina interna que le obligara a, a hacer lo que debía ¿no? Y esto fue para mí lo que más me, me influyó, esto de la disciplina, que tenía que ser con, con la persuasión del maestro, con la dedicación, con el amor que el maestro tuviera por los niños, esto me pareció lo más importante de él. Después también me gustó mucho la, la idea que tenía Giner de los Ríos de llevar la, el arte, la literatura, los buenos libros a la escuela. Y, por ejemplo, de rodear al niño de, de lo más que pudiera de, de buenos, buenas pinturas, buenos cuadros, aunque fueran litografías, y… o papeles más o menos bien, eh, que podíamos lograr hacer cuadritos para adornar a la escuela, para que se acostumbraran a, a ver, a ver la, la, las cosas ¿no?, las cosas artísticas; incluso de esculturas, nosotros en la escuela teníamos de yeso esculturas, reproducciones de esculturas clásicas griegas, especialmente, romanas, y, y las poníamos en determinados sitios para que los chicos se fueran acostumbrando. Esto, también, yo creo que es de, de Giner de los Ríos. Es decir, llevar a la escuela, al, al alma de los niños la belleza, la convivencia, el respeto a las ideas de los demás, el convivir con los que no pensaran lo mismo que uno ¿no?, eh, el amar a los niños y hacerles, hacerles comprender que, sobre todo, esta disciplina interna que les obligara a ellos en… se obligaran ellos mismos a trabajar sin la imposición del maestro, ni el temor a la palmeta, ni el temor al cachetón ni a todas estas cosas que allí se les daba. Porque yo sé que se les pegaba a los chicos, aún en mi tiempo había maestros que no se pensaba mucho en darles. La palmeta yo creo que había desparecido pero…
ET.- ¿La palmeta?
EC.- La palmeta. Tenían, tenían una cosa de… ancha, de madera, por ejemplo, y ponían la mano y se les pegaba con aquello y dolía… y a veces que, qué sé yo, otras formas ¿no?, tirones de orejas, etcétera. Todo esto existía en la escuela primaria todavía y entonces pues yo pensaba que esto no, que no estaba bien, pero leyendo a Giner de los Ríos me acabé de, de convencer de cómo un chico se le puede inculcar esto, sin necesidad de recurrir ni al castigo ni al temor ni a nada de esto. Especialmente esto fue lo más. Y luego también el leerles libros de… a veces la gente, hasta gente muy enterada a veces de las cosas pedagógicas, cree que hay libros que no son propios para niños. Por ejemplo, yo he discutido mu chas veces de Platero y yo, Platero y yo a mí me parece un libro estupendo para los chicos, no para dárselo a leer, para leérselo, para leérselo y hacerles compren der, con la lectura de uno, que siempre puede leer mejor que ellos, sí, y hacerles resaltar ciertos momentos ¿no?, para amar la naturaleza, para amar una florecita del camino, para amar a un animalito, para verlo como cosa espléndida, como es Platero, para ver que: "… sus ojos que tú no ves, Platero, son dos bellas rosas" ¿no? En fin, todo esto a mí me parece que, y es verdad, a los niños les influye mucho. Hace poco, y hablando con una exalumna mía que ahora es maestra, bueno, está en una escuela y, y está en la biblioteca de la escuela, no, no aquí en México, sino fuera de México, y me decía ella: "¿Cuántas veces, cuántas veces me acuerdo de usted?, cómo cuando nos iba a leer una poesía, nos leía, nos decía: 'Ahora vamos a ver una poesía, a ver, fijaros bien cómo habla, por ejemplo, de un paisaje del campo', ¿no?". De pequeñas cositas que uno puede encontrar en el campo, que son tan bellas y tan preciosas, y cómo incitar el alma de… dar una vuelta por… esta florecita que parece que la ves crecer y esta florecita que se abre y la otra que todavía no, la otra que la han pisado… etcétera ¿no? Y entonces, dice: "Y yo me acuerdo cuando voy a leer a los chicos de explicarles un poquito de lo que va a tratar la poesía más o menos y a veces repetir una frase". [ininteligible] Y después les hace efecto, porque a los cuarenta no tanto, pero a los veinte o quince años que, que hacíamos esta labor, todavía se acuerdan y la repiten y le da, y le da resultado y está feliz ¿no?, está feliz en su trabajo. Y esto, aunque parece que, que no es nada, que uno ha perdido el tiempo casi porque· no ha hecho nada del programa, a mí me pasaba mucho esto, y tener así que seguirlo porque había unos exámenes semestrales, etcétera, etcétera, hay que calificar y más o menos tienen que saber lo que es aquello ¿no? aunque sea con un "sí" o un "no" o "falso" o "cierto" ¿no?, pues esto lo olvidaba un poco para dedicar la clase a estas otras…
ET.- Sí entiendo.
EC.- A hacer otras cosas, ¿verdad? Sobre todo cuando tuve la, los años, algunos años, no muchos, pero algunos, en la primera [ininteligible]
ET.- Mjuh.
EC.- Entonces yo me dedicaba mucho a estas cosas porque me gustaba. -Y en la primera escuela en que tuve esta manera de apreciar y de visitar museos y de, y de saber de una obra de arte cuánto tiene… Yo, yo no entiendo técnicamente, yo no le sabría explicar si este cuadro es auténtico o no es auténtico, porque esas cosas son ya de… pero no importa eso para los niños, si es auténtico o no, con tal de que sea bueno, que sea un cuadro que, que, que tenga un… que despierte una emoción bella ¿no? Y eso sí, no… aprendí muchas cosas más seguramente, pero las, las que más resaltan en mi memoria son éstas.
ET.- ¿Usted conocía los sistemas pedagógicos del Instituto Escuela?
EC.- Pues sí, sí. Estaba en la Residencia yo y la directora del Instituto Escuela era María de Maeztu. Y en general, en la, en el Instituto Escuela se podía hacer las prácticas que nos exigían al salir de la Escuela Superior del Magisterio, algunas tuvieron la suerte de poderlas hacer en el Instituto Escuela. Después lo quitaron esto y no pude… no podíamos. Yo ya no pude hacerlo en el Instituto Escuela y como estaba delicada pues no podía hacer por la mañana una cosa y por la tarde otra, tuve que escoger lo que me servía para mi carrera ¿no?, y en el Instituto Escuela no llegué a dar clases más que unos días ¿no?, en el Instituto Escuela. Pero conocía un poco del sistema, tenían ya una enseñanza graduada, y tenían maestros muy valiosos, tenían otros que eran menos, pero estaba, a mí me parece que estaba bien organizado, bien pensado, yo creo que sí, creo, no puedo, no, no dí clase yo en el Instituto Escuela porque no pude, no…
ET.- Sí.
EC.- Me obligaban en la Escuela Superior a ir a tal escuela nacional ¿no?
ET.- Sí. Pero yo me refería a… los sistemas del Instituto Escuela eran los de Giner de los Ríos, ¿verdad?
EC.- Más o menos, sí, sí, más o menos. Allí no, no sé, no se castigaba a los niños [ininteligible] qué sé yo, nunca tuve que obligar a hacer una cosa que no se había hecho… Tal vez no… es que se necesita tener… para ser maestro, no, no lo puede ser cualquiera, no, y, claro, si no se entiende bien, fundamentalmente bien, lo, lo que es ser maestro, lo qué se puede hacer, entonces pues aunque se tenga conocimientos de las teorías, en la práctica fallan ¿no?
ET.- Sí.
EC.- Y puede ser que en el Instituto Escuela hubiera también un poco de competencia, que Giner de los Ríos no quería ¿verdad?, ese espíritu de "yo más que tú y tú más que yo", no, no, no, no, me parece que no estaba en el espíritu de Giner de los Ríos. Sino era otra cosa, que irte… ir adquiriendo una, un, una mayor perfección uno mismo, de tendencia a, a ser cada vez mejor sin pensar en que el otro tenga que quedarse delante o detrás ¿no? Es decir, aquí, por ejemplo, yo me encontré con que se exigía poner cuadros de honor ¿no?, o, o puntuación ¿no?, tenía que dar unos puntos a los chicos.
ET.- ¿En dónde, en el…?
EC.- Aquí, aquí en México, por ejemplo, algunos que habían venido de [ininteligible].
- Idioma
- Español
- Temática
- Temporal
- Siglo XX
- Origen
- Lugar
- Ciudad de México, México
- Fecha de creación
- 1979
- 1981
- Personas/ Instituciones
- Estrella Cortichs Viñals: Entrevistado
- Enriqueta Tuñón: Entrevistador
- Dolores Pla Brugat: Director de proyecto
- María Esther Jasso: Conservador de obras
- Marcela Cobos: Conservador de obras
- Instituto Nacional de Antropología e Historia: Conservador de obras
- Ministerio de Cultura de España: Conservador de obras
- Tipo de recurso
- Entrevista
- Descripción física
- Extensión
- 459 pp.
- Duración
- 13:18:30 hrs.
- Identificadores
- MID
- 47_20190819-165741:128
- Inventario
- PHO-10-17
- Catalogación
- Fuente
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Idioma
- Español
-
Vista Impresión
- Título(s)
- Título
- Entrevista a la profesora Estrella Cortichs por Enriqueta Tuñón
- Proyecto de historia oral. Refugiados españoles en México
- Contenido
ANTECEDENTES: Nace en Gironella, provincia de Barcelona en 1912. Nombre, origen y ocupación de sus padres, habla de ellos Sobre su hermano. A los tres años de edad va a vivir a un internado de monjas, describe su vida allí. Su estado de salud cuando niña. Sus estudios elementales y la carrera en la Escuela Superior del Magisterio en Madrid. Sobre su carrera. Relata su vida en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Presenta oposiciones para trabajar como maestra. Su primer trabajo. Hace oposiciones para inspección o escuela normal. Recuerdos de la Semana Trágica.
REPÚBLICA: Relata sus recuerdos del 14 de abril de 1931. El 15 de abril toma posesión del cargo de directora de una escuela, describe su trabajo allí. Su casa en Madrid. Sobre la Iglesia durante la República, las autonomías, la Revolución de Asturias. Lo que ella sabía de México en esa época. Sobre la educación. Sobre su sistema de enseñar en España.
GUERRA: Se casa en 1936. Al estallar la guerra estaba en Bilbao visitando unas amigas. Viaje a Madrid. En septiembre de 1936 llega a Madrid a colaboraren la organización de la Universidad Popular. Sobre su esposo. Madrid al principio de la guerra. Su actuación en Ayuda Infantil durante la guerra. La difusión durante la guerra, los partidos políticos, los niños que fueron a la URSS, la intervención extranjera, las Brigadas Internacionales, el campo, las fábricas, la Iglesia. Su opinión del gobierno de Giral.
EXILIO: Salida a Francia, su estancia y labor allí. Viaje a América. Su vida en Santo Domingo. Su marido sale a Cuba y poco después ella. Llegada a México. Porqué eligen venir a México. Las casas en las que vivió en la ciudad de México, en la calle de Sullivan, en la de Sonora y en Rio Misisipi. Su primera impresión de México. Su trabajo en México: en la escuela Ruiz de Alarcón, en el Colegio Madrid, en la Academia Hispano Mexicana, en el Luis Vives, en la Universidad Iberoamericana, en la Escuela Normal Superior y en la Vocacional. Sus estudios en la UNAM. Se naturalizó. Sobre los sistemas de educación que ella utilizaba en México: en la primaria, en el bachillerato, en la Escuela Normal Superior, en la Vocacional. Habla del trabajo que realizó su esposo en México. Sobre el grupo de mujeres Mariana Pineda. Sus actividades en sus ratos libres en el PSUC. Lo que le gustaba de México su adaptación. Su vida cotidiana en México, su conocimiento del país. Sus amigos mexicanos, refugiados en otros países, antiguos residentes. Organismos a los que perteneció. No tuvo vida política ni sindical en México. Su opinión de la aportación que dejaron los refugiados españoles en México, sobre el ser refugiado y sobre los refugiados españoles en otros países. Contacto con su familia de España, como vivieron. Su opinión sobre las ventajas de los refugiados españoles que vivieron en México y las desventajas. Su primer viaje a España en 1962. La vuelta a España. Cómo le recibió la gente y su familia. Su adaptación. Sus amigos. Su vida cotidiana. La enfermedad de su marido. Jubilaciones. Su concepto de República. Balance de su vida en México. Viaje a México en 1979. Su cariño a México.
- Fragmento
ET.- Muy bien. Quisiera que nos hablara un poquito sobre las teorías pedagógicas de Giner de los Ríos.
EC.- Bueno. A mí lo que me interesó más de Giner de los Ríos era la cuestión de la disciplina, porque en España todavía había gente que pensaban que "la letra con sangre entra" ¿no?, con la sangre de los niños [risa]. Entonces resulta que Giner de los Ríos fue el, el que a mí, al menos a mí, me orientó más en este sentido, de la, de ver si se podía lograr la disciplina interna, es, decir que uno no hiciera las cosas por, imposición, sino porque sabía que las tenía que hacer por convicción de una disciplina interna que le obligara a, a hacer lo que debía ¿no? Y esto fue para mí lo que más me, me influyó, esto de la disciplina, que tenía que ser con, con la persuasión del maestro, con la dedicación, con el amor que el maestro tuviera por los niños, esto me pareció lo más importante de él. Después también me gustó mucho la, la idea que tenía Giner de los Ríos de llevar la, el arte, la literatura, los buenos libros a la escuela. Y, por ejemplo, de rodear al niño de, de lo más que pudiera de, de buenos, buenas pinturas, buenos cuadros, aunque fueran litografías, y… o papeles más o menos bien, eh, que podíamos lograr hacer cuadritos para adornar a la escuela, para que se acostumbraran a, a ver, a ver la, la, las cosas ¿no?, las cosas artísticas; incluso de esculturas, nosotros en la escuela teníamos de yeso esculturas, reproducciones de esculturas clásicas griegas, especialmente, romanas, y, y las poníamos en determinados sitios para que los chicos se fueran acostumbrando. Esto, también, yo creo que es de, de Giner de los Ríos. Es decir, llevar a la escuela, al, al alma de los niños la belleza, la convivencia, el respeto a las ideas de los demás, el convivir con los que no pensaran lo mismo que uno ¿no?, eh, el amar a los niños y hacerles, hacerles comprender que, sobre todo, esta disciplina interna que les obligara a ellos en… se obligaran ellos mismos a trabajar sin la imposición del maestro, ni el temor a la palmeta, ni el temor al cachetón ni a todas estas cosas que allí se les daba. Porque yo sé que se les pegaba a los chicos, aún en mi tiempo había maestros que no se pensaba mucho en darles. La palmeta yo creo que había desparecido pero…
ET.- ¿La palmeta?
EC.- La palmeta. Tenían, tenían una cosa de… ancha, de madera, por ejemplo, y ponían la mano y se les pegaba con aquello y dolía… y a veces que, qué sé yo, otras formas ¿no?, tirones de orejas, etcétera. Todo esto existía en la escuela primaria todavía y entonces pues yo pensaba que esto no, que no estaba bien, pero leyendo a Giner de los Ríos me acabé de, de convencer de cómo un chico se le puede inculcar esto, sin necesidad de recurrir ni al castigo ni al temor ni a nada de esto. Especialmente esto fue lo más. Y luego también el leerles libros de… a veces la gente, hasta gente muy enterada a veces de las cosas pedagógicas, cree que hay libros que no son propios para niños. Por ejemplo, yo he discutido mu chas veces de Platero y yo, Platero y yo a mí me parece un libro estupendo para los chicos, no para dárselo a leer, para leérselo, para leérselo y hacerles compren der, con la lectura de uno, que siempre puede leer mejor que ellos, sí, y hacerles resaltar ciertos momentos ¿no?, para amar la naturaleza, para amar una florecita del camino, para amar a un animalito, para verlo como cosa espléndida, como es Platero, para ver que: "… sus ojos que tú no ves, Platero, son dos bellas rosas" ¿no? En fin, todo esto a mí me parece que, y es verdad, a los niños les influye mucho. Hace poco, y hablando con una exalumna mía que ahora es maestra, bueno, está en una escuela y, y está en la biblioteca de la escuela, no, no aquí en México, sino fuera de México, y me decía ella: "¿Cuántas veces, cuántas veces me acuerdo de usted?, cómo cuando nos iba a leer una poesía, nos leía, nos decía: 'Ahora vamos a ver una poesía, a ver, fijaros bien cómo habla, por ejemplo, de un paisaje del campo', ¿no?". De pequeñas cositas que uno puede encontrar en el campo, que son tan bellas y tan preciosas, y cómo incitar el alma de… dar una vuelta por… esta florecita que parece que la ves crecer y esta florecita que se abre y la otra que todavía no, la otra que la han pisado… etcétera ¿no? Y entonces, dice: "Y yo me acuerdo cuando voy a leer a los chicos de explicarles un poquito de lo que va a tratar la poesía más o menos y a veces repetir una frase". [ininteligible] Y después les hace efecto, porque a los cuarenta no tanto, pero a los veinte o quince años que, que hacíamos esta labor, todavía se acuerdan y la repiten y le da, y le da resultado y está feliz ¿no?, está feliz en su trabajo. Y esto, aunque parece que, que no es nada, que uno ha perdido el tiempo casi porque· no ha hecho nada del programa, a mí me pasaba mucho esto, y tener así que seguirlo porque había unos exámenes semestrales, etcétera, etcétera, hay que calificar y más o menos tienen que saber lo que es aquello ¿no? aunque sea con un "sí" o un "no" o "falso" o "cierto" ¿no?, pues esto lo olvidaba un poco para dedicar la clase a estas otras…
ET.- Sí entiendo.
EC.- A hacer otras cosas, ¿verdad? Sobre todo cuando tuve la, los años, algunos años, no muchos, pero algunos, en la primera [ininteligible]
ET.- Mjuh.
EC.- Entonces yo me dedicaba mucho a estas cosas porque me gustaba. -Y en la primera escuela en que tuve esta manera de apreciar y de visitar museos y de, y de saber de una obra de arte cuánto tiene… Yo, yo no entiendo técnicamente, yo no le sabría explicar si este cuadro es auténtico o no es auténtico, porque esas cosas son ya de… pero no importa eso para los niños, si es auténtico o no, con tal de que sea bueno, que sea un cuadro que, que, que tenga un… que despierte una emoción bella ¿no? Y eso sí, no… aprendí muchas cosas más seguramente, pero las, las que más resaltan en mi memoria son éstas.
ET.- ¿Usted conocía los sistemas pedagógicos del Instituto Escuela?
EC.- Pues sí, sí. Estaba en la Residencia yo y la directora del Instituto Escuela era María de Maeztu. Y en general, en la, en el Instituto Escuela se podía hacer las prácticas que nos exigían al salir de la Escuela Superior del Magisterio, algunas tuvieron la suerte de poderlas hacer en el Instituto Escuela. Después lo quitaron esto y no pude… no podíamos. Yo ya no pude hacerlo en el Instituto Escuela y como estaba delicada pues no podía hacer por la mañana una cosa y por la tarde otra, tuve que escoger lo que me servía para mi carrera ¿no?, y en el Instituto Escuela no llegué a dar clases más que unos días ¿no?, en el Instituto Escuela. Pero conocía un poco del sistema, tenían ya una enseñanza graduada, y tenían maestros muy valiosos, tenían otros que eran menos, pero estaba, a mí me parece que estaba bien organizado, bien pensado, yo creo que sí, creo, no puedo, no, no dí clase yo en el Instituto Escuela porque no pude, no…
ET.- Sí.
EC.- Me obligaban en la Escuela Superior a ir a tal escuela nacional ¿no?
ET.- Sí. Pero yo me refería a… los sistemas del Instituto Escuela eran los de Giner de los Ríos, ¿verdad?
EC.- Más o menos, sí, sí, más o menos. Allí no, no sé, no se castigaba a los niños [ininteligible] qué sé yo, nunca tuve que obligar a hacer una cosa que no se había hecho… Tal vez no… es que se necesita tener… para ser maestro, no, no lo puede ser cualquiera, no, y, claro, si no se entiende bien, fundamentalmente bien, lo, lo que es ser maestro, lo qué se puede hacer, entonces pues aunque se tenga conocimientos de las teorías, en la práctica fallan ¿no?
ET.- Sí.
EC.- Y puede ser que en el Instituto Escuela hubiera también un poco de competencia, que Giner de los Ríos no quería ¿verdad?, ese espíritu de "yo más que tú y tú más que yo", no, no, no, no, me parece que no estaba en el espíritu de Giner de los Ríos. Sino era otra cosa, que irte… ir adquiriendo una, un, una mayor perfección uno mismo, de tendencia a, a ser cada vez mejor sin pensar en que el otro tenga que quedarse delante o detrás ¿no? Es decir, aquí, por ejemplo, yo me encontré con que se exigía poner cuadros de honor ¿no?, o, o puntuación ¿no?, tenía que dar unos puntos a los chicos.
ET.- ¿En dónde, en el…?
EC.- Aquí, aquí en México, por ejemplo, algunos que habían venido de [ininteligible].
- Idioma
- Español
- Temática
- Temporal
- Siglo XX
- Origen
- Lugar
- Ciudad de México, México
- Fecha de creación
- 1979
- 1981
- Personas/ Instituciones
- Estrella Cortichs Viñals: Entrevistado
- Enriqueta Tuñón: Entrevistador
- Dolores Pla Brugat: Director de proyecto
- María Esther Jasso: Conservador de obras
- Marcela Cobos: Conservador de obras
- Instituto Nacional de Antropología e Historia: Conservador de obras
- Ministerio de Cultura de España: Conservador de obras
- Tipo de recurso
- Entrevista
- Descripción física
- Extensión
- 459 pp.
- Duración
- 13:18:30 hrs.
- Identificadores
- MID
- 47_20190819-165741:128
- Inventario
- PHO-10-17
- Catalogación
- Fuente
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Idioma
- Español
- Biblioteca Manuel Orozco y Berra
- Biblioteca de Antropología e Historia Eusebio Dávalos Hurtado
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