Entrevista realizada a Ramón Guillot por Dolores Pla
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- Entrevista realizada a Ramón Guillot por Dolores Pla
- Proyecto de historia oral. Refugiados españoles en México
- Contenido
ANTECEDENTES: Nace en la ciudad de Lérida el 23 de julio de 1917. Su padre es ebanista, trabaja en Barcelona y pertenece a Esquerra Republicana de Catalunya. Su madre tiene una carnicería en Lérida. El es el mayor de cinco hermanos. Recibe educación primaria con curas. Se traslada con la familia a Barcelona. Estudia ebanistería en la Escuela del Trabajo, donde además entrena y destaca como nadador. En 1931 ingresa al Bloc Obrer y Camperol.
GUERRA CIVIL: Recién estallada la guerra se va como voluntario a Madrid con un grupo de amigos, pero regresa a Barcelona por falta de armamento. Ingresa al PSUC y se integra a la Columna Móvil Catalana Pablo Iglesias. Se traslada al Frente de Madrid en septiembre de 1936. Lo ascienden a sargento. Regresa herido a Barcelona en noviembre del 36. Pasa al Frente del Este, como parte de la Veintisiete División del PSUC. Es nombrado capitán. Apoya a la Brigada Dombrowsky en Aragón, y convive con el mariscal Tito. Forma parte de la brigada de apoyo (de la Veintisiete División) que refuerza a Lister en el Frente del Ebro. Perdido el Ebro, es trasladado a Lérida y lo nombran jefe de batallón. Se forma la Doscientas Veinticuatro Brigada Mixta de la Sesenta División y es nombrado jefe de Estado Mayor y posteriormente jefe de Brigada.
EXILIO: Sale de España al mando de la Doscientas Veinticuatro Brigada Mixta, con 2400 hombres. Los meten a un campo de concentración en Arlés sur Tech y posteriormente los trasladan a Barcarés. Sale de Francia en el Sinaia. Llegada a México. Trabaja en Tulancingo encargado de una carpintería. Se traslada a la sierra de Puebla a montar un aserradero. Se casa en 1944. Continúa su militancia en el exilio, en el PSUC. Tiene relación militante con el PCM en 1940-41. Pide financiamiento al SERE para montar un taller propio, asociado con cuatro ebanistas exiliados. Monta su propio taller en 1943. Visita España en 1971.
- Fragmento
DP.- También vimos un poco la vez pasada de que ya estando aquí en México, usted se reincorpora, digamos, al trabajo de partido.
RG.- Sí.
DP.- ¿Cómo, cómo es esto? ¿Cuándo empieza usted ya a establecer otra vez contactos más, más serios?
RG.- Desde los pocos días de haber llegado a México; teníamos nuestras reuniones, después había lo que se llama un grupo de estudios en la cual se pensaba mandarlo a éste, o sea, este grupo de estudios en un tiempo no muy lejano. Pero fue pasando el tiempo, el tiempo, el tiempo, y cuando yo ya había dizque pensado sentar cabeza, ya tenía mi propio negocio, ya estaba pensando en casarme, fue cuando dijeron de ir a Espafia, fue cuando yo me negué, que fue cuando dije que a todos los agarraron a la entrada, por la frontera, en las diferentes fronteras de España, excepto a uno, que es el que acabo de decir también, Napoleón; éste fue el único que de los veintitantos -era el grupo de, de Saura-, de los veintitantos, fue al único que no agarraron. Y la cosa de partido, sí teníamos reuniones de partido cada semana, se trataban cosas de España, cosas del partido, que la ayuda, la ayuda a la cosa del partido en España, se mandaba dinero, se manda, o sea que durante un tiempo aquí los que éramos, no sé, éramos como el Opus Dei, todo lo que ganábamos lo dábamos al partido, hasta que ya fue pasando un tiempo y ya se nos fue sacando un poco la, la hidalguía ésta y ya pensábamos por nosotros.
DP.- Y este, este grupo que fue a España, iba a hacer trabajo clandestino.
RG.- Sí.
DP.- Por supuesto. ¿Qué tipo de actividad era la que se supone que tenían que realizar allá de no haber caído?
RG.- Pues cosa de enlace y de sabotaje. Trabajar en lo que se llama el Maquis, el Maquis de Francia ¿no? que estuvo trabajando bastante bien, otros grupos, estuvieron trabajando.
DP.- Con los franceses.
RG.- Y en España, éste, por ejemplo Napoleón, todavía el año 71 que fui a España estaba trabajando; él se había, lo habian empleado en una fábrica de productos químicos como agente viajero. Entonces él como agente viajero, viajaba por toda la España, algunas veces pasaba a Francia y no era más…, o sea que, dentro de lo que él vendía o de lo que representaba, iba también haciendo digo la cosa de enlace en cosas del partido, de la Resistencia; el 71 todavía lo estaba haciendo.
DP.- ¿El partido seguía funcionando corno PSUC aquí en México?
RG.- Sí.
DP.- ¿Independiente de cualquier otro partido?
RG.- Independientemente; había el Partido Comunista Español, había pues varios partidos, el de izquierda republicana o de Esquerra Republicana, pero el PSUC seguíamos funcionando como partido.
DP.- Independientemente.
RG.- Independientemente de los demás.
DP.- Y aparte de este trabajo clandestino que hacía que enviaran ustedes gente ahí a España, ¿tenían algún otro tipo de contacto con España o tenían, estaba funcionando el partido dentro de España con gente que viviera allá también?
RG.- Sí.
DP.- ¿Qué otro tipo de ayuda, digamos, o de contacto mantenían ustedes con España?
RG.- Pues lógicarnente la ayuda económica era lo que más interesaba ¿no?; no era, no era, digamos, problema de gente. Digo, así, de mandar gente, específicamente una gente o dos gentes, no; más bien, lo que se procuraba era salvar hasta cierto punto los mandos, de la gente llevarla de allá para acá ¿no?, traerlos o si no traerla acá, pasarla a España.
DP.- Pasarla a Francia.
RG.- Digo, a Francia, digo sí, pasarla, sacarla de España y pasarla a Francia. Pero esto era, era un trabajo de la gente de allá; nosotros lo que ayudábamos era eh, económicamente más que nada ¿no?, pero, o sea, se supone que nosotros no, estábamos enterados de la cosa, digamos en general, lo que podía saber todo mundo de cómo funcionaba el partido. Me imagino que pues las, las altas esferas de nuestro partido, muchas cosas no, no nos las contaban a nosotros, a lo que éramos digamos la base, la…; pero si, hubo, durante un tiempo funcionó muy bien la cosa de la ayuda. Después, como en todas, en todas las cosas, la gente empezó a cansarse, a dar menos dinero, no tan solamente cansarse, sino también tener más necesidades, ya pensar un poco más en serio y ya costaba mucho sacar dinero; a mi, por ejemplo, que venían y me daban, por decir, cinco mil pesos en bonos para que los colocara. Los primeros tiempos era muy fácil de, de meterle un bono de cincuenta pesos a uno y tal, siempre con la espada encima que si no se vendía, pues por prurito pagaba yo lo que no…, pero esto se fue acabando porque las eh, las campañas eran muy, eran muy seguidas ¿no? y no podía yo ir a una gente conocida: “Oye, ayúdame para la cosa de España y tal, dame cincuenta o cien pesos”. Pues sí, las primeras veces, pero después te decían: “Oye pues ¡carajo!, yo tengo mis problemas y no”. Pero los primeros tiempos pues sí, se juntaba bastante, bastante dinero y se mandaba.
DP.- Entonces esas eran las principales actividades digamos de ustedes, de cada célula, de ayuda económica y la gente que mandaban ustedes allá para…, a España.
RG.- Pues del PSUC fue muy poca gente, fue nada más bastante, bastante al principio fue otro grupo pero no fue tan grande, y después, que yo sepa, ya era éste, el que yo tenía que haber ido y que pues sí llegó a España, pero los agarraron a todos allá, excepto uno.
DP.- ¿Se reunían entonces seguido en esta época?
RG.- Cada semana.
DP.- Cada semana. ¿Tenían algún tipo de consigna o cual era el objetivo de trabajo de ustedes, el objetivo inmediato?
RG.- Pues el objetivo inmediato era siempre como, pues desde que vinimos aquí, la cosa parecía con la Guerra europea, de que la…, pues estar Franco arriba iba a ser por muy poco tiempo, todo era siempre con vistas a la cosa de España ¿no?; posibilidades, cómo estaba la cosa en España, posibilidades que teníamos de regresar; nada más eh, y cosas de tipo político de lineas del partido y tal, casi nada más que para tener unidos, o sea, que no se disgregara la gente del partido, porque tampoco íbamos muchos ¿eh?, o sea, del PSUC se supone que vino un contingente bastante grande y los que nos reuníamos éramos, cuando mucho -en diferentes sitios, yo me reunía el lunes por decir, otro el, el martes- pero creo que no nos reuníamos arriba de, de cien gentes a la semana; de cotizar, sí se cotizaba bastante gente más, había gente que cotizaba y decía: “A mí no me hablen de, de reuniones, tengo mis compromisos”; y cotizaba y ya, y después de esto, se fue también la cosa de cotizar; más que nada, la cotización era una cosa simbólica, muy poco; lo que sí pesaba mucho eran las campañas que lógicamente tenías que vender tú, ¿quién los iba a vender?, de colocar bonos y ahí, o sea, cosas de éstas entre los amigos, pero la gente se cansaba y cada día costaba más de, de conseguir dinero, y después se murió.
- Idioma
- Español
- Temática
- Temporal
- Siglo XX
- Origen
- Lugar
- Ciudad de México, México
- Fecha de creación
- 1979
- Personas/ Instituciones
- Ramón Guillot Jordana: Entrevistado
- Dolores Pla Brugat: Entrevistador
- Dolores Pla Brugat: Director de proyecto
- María Esther Jasso: Conservador de obras
- Marcela Cobos: Conservador de obras
- Instituto Nacional de Antropología e Historia: Conservador de obras
- Ministerio de Cultura de España: Conservador de obras
- Tipo de recurso
- Entrevista
- Descripción física
- Extensión
- 262 pp.
- Duración
- 05:57:10 hrs.
- Identificadores
- MID
- 47_20190819-165741:121
- Inventario
- PHO-10-47
- Catalogación
- Fuente
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Idioma
- Español
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Vista Impresión
- Título(s)
- Título
- Entrevista realizada a Ramón Guillot por Dolores Pla
- Proyecto de historia oral. Refugiados españoles en México
- Contenido
ANTECEDENTES: Nace en la ciudad de Lérida el 23 de julio de 1917. Su padre es ebanista, trabaja en Barcelona y pertenece a Esquerra Republicana de Catalunya. Su madre tiene una carnicería en Lérida. El es el mayor de cinco hermanos. Recibe educación primaria con curas. Se traslada con la familia a Barcelona. Estudia ebanistería en la Escuela del Trabajo, donde además entrena y destaca como nadador. En 1931 ingresa al Bloc Obrer y Camperol.
GUERRA CIVIL: Recién estallada la guerra se va como voluntario a Madrid con un grupo de amigos, pero regresa a Barcelona por falta de armamento. Ingresa al PSUC y se integra a la Columna Móvil Catalana Pablo Iglesias. Se traslada al Frente de Madrid en septiembre de 1936. Lo ascienden a sargento. Regresa herido a Barcelona en noviembre del 36. Pasa al Frente del Este, como parte de la Veintisiete División del PSUC. Es nombrado capitán. Apoya a la Brigada Dombrowsky en Aragón, y convive con el mariscal Tito. Forma parte de la brigada de apoyo (de la Veintisiete División) que refuerza a Lister en el Frente del Ebro. Perdido el Ebro, es trasladado a Lérida y lo nombran jefe de batallón. Se forma la Doscientas Veinticuatro Brigada Mixta de la Sesenta División y es nombrado jefe de Estado Mayor y posteriormente jefe de Brigada.
EXILIO: Sale de España al mando de la Doscientas Veinticuatro Brigada Mixta, con 2400 hombres. Los meten a un campo de concentración en Arlés sur Tech y posteriormente los trasladan a Barcarés. Sale de Francia en el Sinaia. Llegada a México. Trabaja en Tulancingo encargado de una carpintería. Se traslada a la sierra de Puebla a montar un aserradero. Se casa en 1944. Continúa su militancia en el exilio, en el PSUC. Tiene relación militante con el PCM en 1940-41. Pide financiamiento al SERE para montar un taller propio, asociado con cuatro ebanistas exiliados. Monta su propio taller en 1943. Visita España en 1971.
- Fragmento
DP.- También vimos un poco la vez pasada de que ya estando aquí en México, usted se reincorpora, digamos, al trabajo de partido.
RG.- Sí.
DP.- ¿Cómo, cómo es esto? ¿Cuándo empieza usted ya a establecer otra vez contactos más, más serios?
RG.- Desde los pocos días de haber llegado a México; teníamos nuestras reuniones, después había lo que se llama un grupo de estudios en la cual se pensaba mandarlo a éste, o sea, este grupo de estudios en un tiempo no muy lejano. Pero fue pasando el tiempo, el tiempo, el tiempo, y cuando yo ya había dizque pensado sentar cabeza, ya tenía mi propio negocio, ya estaba pensando en casarme, fue cuando dijeron de ir a Espafia, fue cuando yo me negué, que fue cuando dije que a todos los agarraron a la entrada, por la frontera, en las diferentes fronteras de España, excepto a uno, que es el que acabo de decir también, Napoleón; éste fue el único que de los veintitantos -era el grupo de, de Saura-, de los veintitantos, fue al único que no agarraron. Y la cosa de partido, sí teníamos reuniones de partido cada semana, se trataban cosas de España, cosas del partido, que la ayuda, la ayuda a la cosa del partido en España, se mandaba dinero, se manda, o sea que durante un tiempo aquí los que éramos, no sé, éramos como el Opus Dei, todo lo que ganábamos lo dábamos al partido, hasta que ya fue pasando un tiempo y ya se nos fue sacando un poco la, la hidalguía ésta y ya pensábamos por nosotros.
DP.- Y este, este grupo que fue a España, iba a hacer trabajo clandestino.
RG.- Sí.
DP.- Por supuesto. ¿Qué tipo de actividad era la que se supone que tenían que realizar allá de no haber caído?
RG.- Pues cosa de enlace y de sabotaje. Trabajar en lo que se llama el Maquis, el Maquis de Francia ¿no? que estuvo trabajando bastante bien, otros grupos, estuvieron trabajando.
DP.- Con los franceses.
RG.- Y en España, éste, por ejemplo Napoleón, todavía el año 71 que fui a España estaba trabajando; él se había, lo habian empleado en una fábrica de productos químicos como agente viajero. Entonces él como agente viajero, viajaba por toda la España, algunas veces pasaba a Francia y no era más…, o sea que, dentro de lo que él vendía o de lo que representaba, iba también haciendo digo la cosa de enlace en cosas del partido, de la Resistencia; el 71 todavía lo estaba haciendo.
DP.- ¿El partido seguía funcionando corno PSUC aquí en México?
RG.- Sí.
DP.- ¿Independiente de cualquier otro partido?
RG.- Independientemente; había el Partido Comunista Español, había pues varios partidos, el de izquierda republicana o de Esquerra Republicana, pero el PSUC seguíamos funcionando como partido.
DP.- Independientemente.
RG.- Independientemente de los demás.
DP.- Y aparte de este trabajo clandestino que hacía que enviaran ustedes gente ahí a España, ¿tenían algún otro tipo de contacto con España o tenían, estaba funcionando el partido dentro de España con gente que viviera allá también?
RG.- Sí.
DP.- ¿Qué otro tipo de ayuda, digamos, o de contacto mantenían ustedes con España?
RG.- Pues lógicarnente la ayuda económica era lo que más interesaba ¿no?; no era, no era, digamos, problema de gente. Digo, así, de mandar gente, específicamente una gente o dos gentes, no; más bien, lo que se procuraba era salvar hasta cierto punto los mandos, de la gente llevarla de allá para acá ¿no?, traerlos o si no traerla acá, pasarla a España.
DP.- Pasarla a Francia.
RG.- Digo, a Francia, digo sí, pasarla, sacarla de España y pasarla a Francia. Pero esto era, era un trabajo de la gente de allá; nosotros lo que ayudábamos era eh, económicamente más que nada ¿no?, pero, o sea, se supone que nosotros no, estábamos enterados de la cosa, digamos en general, lo que podía saber todo mundo de cómo funcionaba el partido. Me imagino que pues las, las altas esferas de nuestro partido, muchas cosas no, no nos las contaban a nosotros, a lo que éramos digamos la base, la…; pero si, hubo, durante un tiempo funcionó muy bien la cosa de la ayuda. Después, como en todas, en todas las cosas, la gente empezó a cansarse, a dar menos dinero, no tan solamente cansarse, sino también tener más necesidades, ya pensar un poco más en serio y ya costaba mucho sacar dinero; a mi, por ejemplo, que venían y me daban, por decir, cinco mil pesos en bonos para que los colocara. Los primeros tiempos era muy fácil de, de meterle un bono de cincuenta pesos a uno y tal, siempre con la espada encima que si no se vendía, pues por prurito pagaba yo lo que no…, pero esto se fue acabando porque las eh, las campañas eran muy, eran muy seguidas ¿no? y no podía yo ir a una gente conocida: “Oye, ayúdame para la cosa de España y tal, dame cincuenta o cien pesos”. Pues sí, las primeras veces, pero después te decían: “Oye pues ¡carajo!, yo tengo mis problemas y no”. Pero los primeros tiempos pues sí, se juntaba bastante, bastante dinero y se mandaba.
DP.- Entonces esas eran las principales actividades digamos de ustedes, de cada célula, de ayuda económica y la gente que mandaban ustedes allá para…, a España.
RG.- Pues del PSUC fue muy poca gente, fue nada más bastante, bastante al principio fue otro grupo pero no fue tan grande, y después, que yo sepa, ya era éste, el que yo tenía que haber ido y que pues sí llegó a España, pero los agarraron a todos allá, excepto uno.
DP.- ¿Se reunían entonces seguido en esta época?
RG.- Cada semana.
DP.- Cada semana. ¿Tenían algún tipo de consigna o cual era el objetivo de trabajo de ustedes, el objetivo inmediato?
RG.- Pues el objetivo inmediato era siempre como, pues desde que vinimos aquí, la cosa parecía con la Guerra europea, de que la…, pues estar Franco arriba iba a ser por muy poco tiempo, todo era siempre con vistas a la cosa de España ¿no?; posibilidades, cómo estaba la cosa en España, posibilidades que teníamos de regresar; nada más eh, y cosas de tipo político de lineas del partido y tal, casi nada más que para tener unidos, o sea, que no se disgregara la gente del partido, porque tampoco íbamos muchos ¿eh?, o sea, del PSUC se supone que vino un contingente bastante grande y los que nos reuníamos éramos, cuando mucho -en diferentes sitios, yo me reunía el lunes por decir, otro el, el martes- pero creo que no nos reuníamos arriba de, de cien gentes a la semana; de cotizar, sí se cotizaba bastante gente más, había gente que cotizaba y decía: “A mí no me hablen de, de reuniones, tengo mis compromisos”; y cotizaba y ya, y después de esto, se fue también la cosa de cotizar; más que nada, la cotización era una cosa simbólica, muy poco; lo que sí pesaba mucho eran las campañas que lógicamente tenías que vender tú, ¿quién los iba a vender?, de colocar bonos y ahí, o sea, cosas de éstas entre los amigos, pero la gente se cansaba y cada día costaba más de, de conseguir dinero, y después se murió.
- Idioma
- Español
- Temática
- Temporal
- Siglo XX
- Origen
- Lugar
- Ciudad de México, México
- Fecha de creación
- 1979
- Personas/ Instituciones
- Ramón Guillot Jordana: Entrevistado
- Dolores Pla Brugat: Entrevistador
- Dolores Pla Brugat: Director de proyecto
- María Esther Jasso: Conservador de obras
- Marcela Cobos: Conservador de obras
- Instituto Nacional de Antropología e Historia: Conservador de obras
- Ministerio de Cultura de España: Conservador de obras
- Tipo de recurso
- Entrevista
- Descripción física
- Extensión
- 262 pp.
- Duración
- 05:57:10 hrs.
- Identificadores
- MID
- 47_20190819-165741:121
- Inventario
- PHO-10-47
- Catalogación
- Fuente
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Idioma
- Español
- Biblioteca Manuel Orozco y Berra
- Biblioteca de Antropología e Historia Eusebio Dávalos Hurtado
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